Del dibujo se pueden decir muchas cosas, pero lo que yo puedo decir, es que forma parte importante de mis días, es el método por el que aprendí a observar mi espacio, es así como conozco la estructura de las cosas que me interesan. El dibujo de anatomía es de mis favoritos (no por eso el más sencillo) y el dibujo del natural es el que más practico, me gusta dibujar en el camión, en el metro, en las fiestas, en las plazas y parques, la línea es uno de los elementos que más uso, pero cuando hay tiempo y espacio, me gusta mezclar medios y usar color: crayones, tintas, acuarelas, pasteles, carbón, todo mezclado con el objetivo de bidimensionar la realidad, estructurar el contenido de mi cabeza o dejar que los medios mismos vayan construyendo la imagen.

 

 

El dibujo suele ser el primer contacto de cualquier persona con el ámbito artístico (o solía serlo, pues la fotografía parece haber tomado ese lugar), y es una de las prácticas que considero más importantes para cualquier realizador de imagen, pues es por este medio que desde tiempos inmemoriales el hombre ha expresado sus pensamientos, diseñado máquinas, comunicado ideas, y planeado sinfines de proyectos. Es también casi siempre la base para la pintura, el grabado, la escultura, incluso la instalación y hasta el performance.

 

Se necesita no más que un espacio y algo con que dejar una marca: desde dibujar en la tierra con una vara, con el cuerpo mismo, con agua, con tierra de otro color, hasta dibujar sobre papel de algodón de alto gramaje con tintas W&N.